IA generativa
La inteligencia artificial generativa se enfoca en crear contenidos originales y realistas, como imágenes, textos, vídeos, audios o música, a partir de datos o instrucciones. Utiliza técnicas como las redes generativas antagónicas (GANs), que consisten en dos redes neuronales que compiten entre sí para generar y mejorar los contenidos.
La IA generativa tiene múltiples aplicaciones, como el arte, el diseño, la comunicación, el entretenimiento, la educación o la medicina. Por ejemplo, se puede utilizar para crear obras de arte digitales, diseñar logos o productos, generar textos persuasivos o informativos, crear vídeos o audios personalizados, sintetizar voces o rostros, o simular escenarios médicos.
IA explicativa
La capacidad de la IA de proporcionar explicaciones sobre su funcionamiento, sus decisiones y sus resultados, de forma que los humanos puedan entenderlos y confiar en ellos. La IA explicativa es un aspecto clave para la transparencia, la ética y la responsabilidad de la IA, especialmente en aquellos casos en los que la IA se utiliza para tomar decisiones que afectan a las personas, como en la salud, la justicia, la seguridad o la economía. La IA explicativa utiliza técnicas como el análisis de sensibilidad, la perturbación de entradas, la visualización de características, la generación de contrafácticos o la construcción de narrativas.
Automatización de procesos con IA
Consiste en el uso de la IA para automatizar y optimizar procesos que implican tareas repetitivas, rutinarias, complejas o que requieren una gran cantidad de datos. La automatización de procesos con IA puede aumentar la eficiencia, la productividad, la calidad y la rentabilidad de las organizaciones, así como liberar tiempo y recursos humanos para dedicarlos a actividades más creativas, estratégicas o de valor añadido. La automatización de procesos con IA se puede aplicar en diversos ámbitos, como la gestión empresarial, la atención al cliente, la contabilidad, el marketing, la logística, la manufactura o la administración pública.
IA y ciberseguridad
El uso de la IA para mejorar la protección de los datos, los sistemas y las redes informáticas frente a las amenazas y los ataques cibernéticos. La IA y la ciberseguridad tienen una relación bidireccional: por un lado, la IA puede ayudar a la ciberseguridad, mediante la detección, la prevención, la respuesta y la recuperación de los incidentes cibernéticos, utilizando técnicas como el análisis de anomalías, el aprendizaje reforzado, la inteligencia colectiva o la criptografía.
Por otro lado, la ciberseguridad puede ayudar a la IA, mediante la protección de los datos, los modelos y las infraestructuras de IA frente a posibles manipulaciones, robos, sabotajes o suplantaciones.
IA y realidad aumentada
La combinación de la IA con la realidad aumentada (RA), que consiste en la superposición de elementos virtuales sobre el entorno real, mediante dispositivos como gafas, cascos, teléfonos o tabletas. La IA y la RA pueden ofrecer nuevas experiencias de consumo y entretenimiento, así como mejorar el aprendizaje, el trabajo, la salud o el turismo. Por ejemplo, se puede utilizar para probar productos virtuales, jugar a videojuegos inmersivos, acceder a información contextualizada, recibir asistencia remota, entrenar habilidades, diagnosticar enfermedades o visitar lugares históricos.
Estas son solo algunas de las tendencias que se esperan para la IA en 2024, pero seguramente habrá muchas más que nos sorprenderán y nos harán ver el potencial y los beneficios de esta tecnología. La IA es una herramienta poderosa que puede ayudarnos a resolver problemas, mejorar procesos, crear contenidos, generar conocimiento y facilitar nuestra vida. Sin embargo, también debemos ser conscientes de los riesgos, los desafíos y las responsabilidades que implica la IA, y procurar que se desarrolle y se utilice de forma ética, transparente, segura y equitativa.