La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más innovadoras y prometedoras de la actualidad, que tiene el potencial de transformar diversos sectores y ámbitos de la sociedad. La IA se basa en el desarrollo de sistemas informáticos capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural, el aprendizaje automático o la toma de decisiones.
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La IA ha experimentado un gran avance en los últimos años, gracias al aumento de la capacidad de cómputo, el abaratamiento del almacenamiento de datos, la mejora de los algoritmos y la disponibilidad de grandes cantidades de datos (big data) para entrenar y validar los modelos de IA. Sin embargo, la IA todavía tiene muchos retos y oportunidades por delante, y se espera que siga evolucionando y sorprendiendo en los próximos años.
En este artículo, vamos a repasar algunas de las tendencias más relevantes y esperadas de la IA para el año 2024, que marcarán el rumbo de esta tecnología y sus aplicaciones en diversos campos. Estas tendencias son:
IA generativa
La inteligencia artificial generativa se enfoca en crear contenidos originales y realistas, como imágenes, textos, vídeos, audios o música, a partir de datos o instrucciones. Utiliza técnicas como las redes generativas antagónicas (GANs), que consisten en dos redes neuronales que compiten entre sí para generar y mejorar los contenidos.
La IA generativa tiene múltiples aplicaciones, como el arte, el diseño, la comunicación, el entretenimiento, la educación o la medicina. Por ejemplo, se puede utilizar para crear obras de arte digitales, diseñar logos o productos, generar textos persuasivos o informativos, crear vídeos o audios personalizados, sintetizar voces o rostros, o simular escenarios médicos.
IA explicativa
La capacidad de la IA de proporcionar explicaciones sobre su funcionamiento, sus decisiones y sus resultados, de forma que los humanos puedan entenderlos y confiar en ellos. La IA explicativa es un aspecto clave para la transparencia, la ética y la responsabilidad de la IA, especialmente en aquellos casos en los que la IA se utiliza para tomar decisiones que afectan a las personas, como en la salud, la justicia, la seguridad o la economía. La IA explicativa utiliza técnicas como el análisis de sensibilidad, la perturbación de entradas, la visualización de características, la generación de contrafácticos o la construcción de narrativas.
Automatización de procesos con IA
Consiste en el uso de la IA para automatizar y optimizar procesos que implican tareas repetitivas, rutinarias, complejas o que requieren una gran cantidad de datos. La automatización de procesos con IA puede aumentar la eficiencia, la productividad, la calidad y la rentabilidad de las organizaciones, así como liberar tiempo y recursos humanos para dedicarlos a actividades más creativas, estratégicas o de valor añadido. La automatización de procesos con IA se puede aplicar en diversos ámbitos, como la gestión empresarial, la atención al cliente, la contabilidad, el marketing, la logística, la manufactura o la administración pública.
IA y ciberseguridad
El uso de la IA para mejorar la protección de los datos, los sistemas y las redes informáticas frente a las amenazas y los ataques cibernéticos. La IA y la ciberseguridad tienen una relación bidireccional: por un lado, la IA puede ayudar a la ciberseguridad, mediante la detección, la prevención, la respuesta y la recuperación de los incidentes cibernéticos, utilizando técnicas como el análisis de anomalías, el aprendizaje reforzado, la inteligencia colectiva o la criptografía.
Por otro lado, la ciberseguridad puede ayudar a la IA, mediante la protección de los datos, los modelos y las infraestructuras de IA frente a posibles manipulaciones, robos, sabotajes o suplantaciones.
IA y realidad aumentada
La combinación de la IA con la realidad aumentada (RA), que consiste en la superposición de elementos virtuales sobre el entorno real, mediante dispositivos como gafas, cascos, teléfonos o tabletas. La IA y la RA pueden ofrecer nuevas experiencias de consumo y entretenimiento, así como mejorar el aprendizaje, el trabajo, la salud o el turismo. Por ejemplo, se puede utilizar para probar productos virtuales, jugar a videojuegos inmersivos, acceder a información contextualizada, recibir asistencia remota, entrenar habilidades, diagnosticar enfermedades o visitar lugares históricos.
Estas son solo algunas de las tendencias que se esperan para la IA en 2024, pero seguramente habrá muchas más que nos sorprenderán y nos harán ver el potencial y los beneficios de esta tecnología. La IA es una herramienta poderosa que puede ayudarnos a resolver problemas, mejorar procesos, crear contenidos, generar conocimiento y facilitar nuestra vida. Sin embargo, también debemos ser conscientes de los riesgos, los desafíos y las responsabilidades que implica la IA, y procurar que se desarrolle y se utilice de forma ética, transparente, segura y equitativa.